jueves, 22 de octubre de 2009

Humboldt Park no se vende pero PR sí

http://www.youtube.com/watch?v=hBeaxjsM_A4

El huevazo sonsaca del letargo. De todo este espectáculo risible que se dice llamar gobierno, ésta es la única Verdad transparente. Un huevazo es la expresión lógica, automática, de la impotencia pueblerina. El huevo es el despertar, el desayuno de la conciencia, y aquí en Huevo Crudo reconocemos la ironía del momento y la deglutable comestibilidad del ícono en cuestión. Desde la distancia y el cruce de los vientos, lanzamos un ¡a huevos! en medio de Chaytaun. El llamado al huevazo es inapelable ante la conciencia de cualquiera que ha presenciado el desmantelamiento de nuestra misma esencia, para dividirla y venderla al mejor postor, siempre y cuando sea gringo. El fin justifica los medios, y los medios no quieren cartas en el asunto. En un ambiente donde los medios son agredidos por la policía y los escritos ‘purgados’ del archivo, ¿qué se puede esperar de los medios?

No seamos ingenuos. El huevazo es innegable, desde donde sea que se analice la cosa. Esperemos que la gente responda al llamado y se exprese a corde con su verdadero sentir. Y cuando el huevazo se hace inevitable, el cambio es seguro. A huevazo limpio debemos cambiar la situación canibalística a la cual nos somete el irrespetuoso e impresentable órgano que se dice llamar Flojuño, obsceno miembro del organismo mayor, este enfermizo gobierno.

¿De qué respeto y que ocho cuartos puede hablar este tipo? Es muy fácil reclamar los derechos de cada uno de nosotros, cuando uno es de esos que apoyan leyes que le otorgan los mismos derechos a corporaciones y a individuos naturales, o sea, seres humanos. ¿Cómo es posible que la Ley no reconozca una diferencia legal entre un individuo y una corporación? Y pensar que el recurso yace aquí, en nuestras manos, revocándole esos derechos... Pues recojamos el huevo más cercano y apuntemos bien, ¡no nos permitamos fallar esta vez!

Y sin más ruido, Huevo Crudo se une al llamado galáctico en oposición a Fortuño y el despilfarro de nuestro más sagrado templo. ¡Sí, ca(i)gamos en eso que dice Fortuño, caigamos en esa situación y en esos eventos y lancemos juntos nuestros huevos al aire!


en respuesta a estas declaraciones de Fortuño:
"Aunque tengamos diferencia de criterio, siempre debe imperar el respeto entre todos los puertorriqueños. Los derechos de cada uno de nosotros deben terminar donde empiezan los derechos de los demás. No debemos caer en eventos como los que han ocurrido en el día de hoy".

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