martes, 23 de noviembre de 2010

¿De qué estadidad estamos hablando?




El escritor puertorriqueño Edgardo Rodríguez Juliá tilda la estadidad como la opción 'más evidente'a la realidad jurídica de la isla. Estas palabras, al final de un buen ensayo de Rodríguez Juliá, han servido para avivar el sueño guajiro de la estadidad entre algunos blogueristas que escriben en la isla.

Me refiero a Eric Alvarez del Quantuum de la Cuneta, cuya emoción ante el uso de la 'estadidad' en el ensayo de Rodríguez Juliá ha suscitado una especie de delirio ideológico por parte del Quatuum. Tan es así que Alvarez ha reposteado su interpretación del ensayo de Rodríguez Juliá más de una docena de veces en las últimas 24 horas. No sólo eso, sino que repite ad nauseam, dentro de su mismo análisis, el hecho de que Rodríguez Juliá menciona la estadidad.

Es triste que a estas alturas la ideología en torno al estatus todavía despierte emociones tan infantiles en el sentido de que lo reducen todo a la equívoca conclusión que una de las tres opciones -- estadidad, ELA, independencia -- es mejor que las otras dos. La realidad jurídica y social de la isla es tan desastrosa que ninguna de las opciones representa una solución real y contundente a la situación actual de los puertorriqueños. La falta de representación congresional, la sumisión jurídica total al Congreso, y la innegable realidad colonial de la isla están más allá de una solución de estatus. Rodríguez Juliá nos advierte que estamos perdiendo nuestra identidad, nuestro 'país' y que la estadidad sería el último clavo en el ataúd.

Sin embargo, Alvarez encuentra una admisión de derrota del independentismo y de la estadidad como única opción realista. No sé cómo es posible que gente como Alvarez y puertorriqueños estadistas no vean el fin de la nación puertorriqueña en la total asimilación a los Estados Unidos de Norteamérica. Si no hiciera falta un 'país' para definir la nacionalidad de un pueblo, ¿qué hacen los israelitas en medio oriente? ¿Por qué la insistencia en ocupar un territorio geopolítico netamente judío? Si la identidad nacional no dependiera de una mitología fundacional y un terruño, todo este debate en torno a un estatus sería obsoleto. Sin embargo, las emociones en torno a este asunto están tan candentes ahora como desde un principio.

¿Cuál es el miedo a ser nación, a constituir un país? La estadidad, al fin y al cabo, es la opción de los vagos, de los que prefieren el camino fácil y el mantengo. Establecer los paradigmas de una sociedad independiente que busque la preservación de una identidad y el progreso cultural de un pueblo es el mayor desafío que enfrentan los pueblos. El rechazo a la independencia y el deseo guajiro de formar parte de los Estados Unidos se fundamenta, en la gran mayoría de los casos, en el miedo. Sí, en el miedo. Los argumentos a favor de la estadidad están todos fundamentados en el miedo. Por otro lado, la independencia representa una de las pocas maneras en que los puertorriqueños pudieran encarar los retos del futuro con dignidad y éxito.

EL momento histórico que nos cae encima es uno de cambios, eso lo admiten aún los mismos norteamericanos, que llevan más de 20 años tratando de reconceptualizar y reorganizar el gobierno. La Guerra contra las Drogas es uno de esos paradigmas que se intentaron cambiar en la década del 1970, por citar un ejemplo, y ha sido un puro desastre. El modelo económico de los Estados Unidos ha mostrado sus costuras en ese tiempo también, pasando por una serie de crisis que han servido para preservar el status quo para detrimento de la salud del pueblo norteamericano, todavía sin un plan de salud universal. Por otro lado, el protagonismo bélico de USA sólo ha logrado generar antipatía en el foro internacional para sostener un modelo económico basado en el consumo desenfrenado y en el resultado de la sociedad que más recursos consume y más basura genera en el mundo.

Pero bueno, ese debate no es el que nos corresponde aquí en estos momentos. Pero es que son tantas las suposiciones que hace Alvarez en torno al escueto ensayo de Rodríguez Juliá, que me da flojera atenderlas una a una. Hasta sus aseveraciones sobre el 'ghetto', aunque controvertibles, so suficientemente acertadas; la palabra 'ghetto' la utiliza no sólo literalmente, sino que figurativamente. El 'ghetto' es una forma de pensar, es el provincialismo que muchas veces nos aqueja acá en el norte. Los que vivimo acá en Xicago y otras ciudades de USA lo vemos a diario, esa batalla cotidiana e interminable que consiste en que lo vean a uno como igual. Aún cuando los puertorriqueños salimos del ghetto, la corriente principal se encarga de devolverte a él.

Regreso a mis disgresiones. Baste decir que cada cual tiene derecho a su opinión y a expresarla en el foro de su predilección. Pero batallemos con nuestros propios argumentos. Alegar que Rodríguez Juliá está avalando la estadidad no sólo es erróneo, sino que injusto. Aún una lectura superficial del ensayo original no permite esa interpretación.

Yo también estoy de acuerdo: "Allá donde viva un solo puertorriqueño, estará la patria". La verdadera derrota es la estadidad.



http://www.elnuevodia.com/columna-%EF%BF%BDdequepaisestamoshablando?-817587.html

http://quantumdelacuneta.blogspot.com/2010/11/las-tribulaciones-nacionalistas-del.html